Vegetarianismo segun marcelo

Una apreciacion personal de el Vegetarianismo

lunes, marzo 16, 2009

Grupo Sanguineo y Dieta

Hace tiempo lei un articulo que hablaba de ciertas predispociociones hacia ciertas dietas basandose en el tipo de sangre, por lo menos en mi caso es 100% correcto.
Yo soy del tipo A y mi descripción es la siguiente.

Características Generales del Tipo A

Las personas con sangre del tipo A presentan según D'Adamo -hablando en general, insistimos- un sistema inmunitario vulnerable, una buena adaptación a condiciones ambientales y nutritivas estables, bienestar con una actividad física o deportiva relajante, un aparato digestivo frágil que tolera mal la carne, la harina de trigo, la leche y los lácteos, y al que le va mejor una dieta vegetariana rica en cereales y legumbres.

Las personas del tipo A deberían pues:

1) Basar su dieta en el consumo de fruta, cereales, legumbres y verduras.

2) Consumir pescado sólo en pequeñas cantidades (carpa, mero, bacalao, merluza, salmón, sardina, trucha) excluyendo los pescados planos como el lenguado y la platija.

3) Limitar o evitar el consumo de carne pero evitando los embutidos, las carnes -especialmente si están en conserva- y los alimentos salados o ahumados (embutidos, carnes en conserva, alimentos en salazón...).

4) Evitar el consumo de leche y productos lácteos. En cambio, la soja y sus derivados le son particularmente beneficiosos.

5) No consumir alimentos precocinados.

6) Consumir de forma habitual semillas oleaginosas y frutos secos pero evitando las nueces brasileñas y los pistachos.

7) Reducir el consumo de productos a base de harina de trigo.

8) Practicar actividades físicas relajantes (yoga, Tai-Chi, bicicleta, natación, excursiones...).

9) Utilizar en caso de malestar productos fitoterapéuticos o infusiones de manzanilla, cardo mariano, equinácea, valeriana, áloe, bardana y espino albar pero evitar la barba de maíz y el ruibarbo.

Cabe agregar que los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del tipo A son las carnes, los alimentos lácteos, las habas y el exceso de trigo favoreciendo el adelgazamiento los vegetales, los aceites vegetales, la soja y la piña.


Y contigo corresponde comentalo.

sábado, enero 17, 2009

Produccion industrial de chanchos y daño al medio ambiente.


Lago Rapel y la mierda de los chanchos de Agrosúper from cachoybombilla on Vimeo.

Otra vez vemos como la producción industrial de chanchos tiene un costo medioambiental enorme, nosotros podemos ayudar a parar esto se VEGETARIANO.

sábado, diciembre 06, 2008

sábado, enero 12, 2008

La base moral del vegetarianismo

Por Mohandas Karamchand (Mahatma) Gandhi

de EVU News, Núm. 1 /1998

Discurso de Gandhi en una reunión social organizada por la Sociedad Vegetariana de Londres el 20 de noviembre de 1931



Gandhi en la reunión de la LVS, con Henry Salt a su derecha.

Señor presidente, compañeros vegetarianos y amigos:

No tengo que decirles que tan complacido estuve cuando recibí la invitación para estar presente en esta reunión, pues reviví viejos recuerdos y agradables reminiscencias de amistades que establecí con vegetarianos. Me siento especialmente distinguido al encontrar a mi derecha al señor Henry Salt. Fue el libro del señor Salt Una petición por el vegetarianismo, el que me mostró porqué aparte de un hábito heredado, y de la adhesión a un voto que me fue impartido por mi madre, tenía razones para ser vegetariano. Me enseñó porqué era un deber moral concerniente a los vegetarianos el no vivir por la muerte de nuestros amigos los animales. Por tal motivo, para mí es de mucho agrado tener al señor Salt entre nosotros.

No pretendo ocupar su tiempo expresándoles mis experiencias con el vegetarianismo, ni tampoco quiero hablarles de la gran dificultad que enfrenté en el propio Londres para permanecer firme en él, pero sí me gustaría compartir con ustedes algunos de los pensamientos que he desarrollado con respecto a este. Hace cuarenta años solía mezclarme libremente con vegetarianos. En ese momento había apenas un restaurante vegetariano en Londres que no había visitado. Y me propuse por curiosidad, y para estudiar las posibilidades del vegetarianismo y de los restaurantes vegetarianos en Londres, visitar cada uno de ellos. Naturalmente, entré en estrecho contacto con muchos vegetarianos. Al estar en las mesas, me di cuenta que la conversación trataba en su mayor parte sobre la alimentación y las enfermedades. También pude ver que los vegetarianos que se esforzaban para mantenerse en su vegetarianismo, encontraban muy difícil hacerlo desde el punto de vista de la salud.

No sé si hoy en día ustedes tengan ese tipo de debates, pero yo acostumbraba a asistir en esa época a discusiones sostenidas entre los propios vegetarianos, y entre vegetarianos y no-vegetarianos. Recuerdo un debate similar entre el Dr. Densmore y el fallecido Dr. T. R. Allinson. En ese entonces, los vegetarianos tenían el hábito de hablar nada más que sobre la alimentación y las enfermedades. Yo condisero que esa es la peor manera de ocuparse de este asunto. También veo que aquellas personas que se vuelven vegetarianas porque están padeciendo alguna enfermedad o algo parecido —es decir, solamente desde el punto de vista de la salud—, son las que se retiran en mayor medida. Descubrí que para permanecer firme en el vegetarianismo, un hombre requiere una base moral.

Para mí, ese fue un gran descubrimiento en mi búsqueda de la verdad. A temprana edad, en el curso de mis experimentos, me di cuenta que una base egoísta no serviría para conducir a un hombre hacia lo más alto en los caminos de la evolución. Lo que se requería era un propósito altruista. También me di cuenta que la salud no era un monopolio exclusivo de los vegetarianos. Encontré que muchas personas no se inclinaban hacia una u otra dirección, y que los no-vegetarianos mostraban, generalmente hablando, una buena salud. Igualmente pude observar que para algunos vegetarianos era imposible seguir siéndolo porque habían hecho de la comida un fetiche y porque pensaban que volviéndose vegetarianos podrían comer tantas lentejas, judías, fríjoles y queso como quisieran. Pero desde luego, aquellas personas quizá no podrían mantenerse saludables.

Al observar a lo largo de estas líneas, me percaté que un hombre debe comer con moderación y de vez en cuando ayunar. Ningún hombre o mujer comió realmente con moderación o consumió simplemente aquella cantidad que el cuerpo requiere y nada más. Fácilmente caemos víctimas de las tentaciones del paladar y, por consiguiente, cuando algo sabe delicioso, no nos importa tomar uno o dos bocados más. Pero ustedes no pueden mantenerse saludables bajo esas circunstancias. Por lo tanto, descubrí que para mantener la salud, sin importar lo que comieran, era necesario reducir la cantidad de alimento y el número de comidas. Vuélvasen moderados: fallen en el lado de lo menos, en vez de hacerlo en el lado de lo más. Cuando invito amigos a participar de mis comidas nunca los presiono para que tomen algo, excepto lo que ellos exijan. Al contrario, les digo que no tomen algo si no lo desean.

Lo que quiero que comprendan es que los vegetarianos necesitan ser tolerantes si quieren convertir a otros al vegetarianismo. Tengan un poco de humildad. Debemos apelar al sentido moral de las personas que no están de acuerdo con nosotros. Si un vegetariano enfermara y un doctor le prescribiera caldo de carne, entonces no lo llamaría un vegetariano. Un vegetariano se hace de un material más fuerte. ¿Por qué? Porque es para la edificación del espíritu y no del cuerpo. El hombre es más que carne. El espíritu del hombre es lo que nos interesa. Por lo tanto, los vegetarianos deberían tener esa base moral, porque un hombre no nació como un animal carnívoro, sino que nació para vivir de las frutas y las hierbas que la tierra produce. Sé que todos debemos cometer errores. Yo dejaría la leche si pudiera, pero no puedo. Lo he intentando cientos de veces. Después de una seria enfermedad no pude recobrar mis fuerzas a menos que volviera a tomar leche. Ésa ha sido la tragedia de mi vida. Pero la base de mi vegetarianismo no es física, sino moral. Si alguien dijera que voy a morir si no como caldo de carne o carne de cordero, incluso por consejo médico, preferiría morir. Ésa es la base de mi vegetarianismo.

Me gustaría opinar que todos aquellos que nos autonombramos vegetarianos deberíamos tener esa base. Había miles de carnívoros que no continuaron comiendo carne. Debe haber una razón clara para que hagamos ese cambio en nuestras vidas, para que adoptemos hábitos y costumbres diferentes a los de la sociedad, aunque a veces ese cambio pueda molestar a nuestros más allegados y queridos. Por nada del mundo deberían sacrificar un principio moral. Por consiguiente, la única base para tener una sociedad vegetariana y para proclamar un principio vegetariano es, y debe ser, una base moral. No voy a decirles, según lo que he visto y he recorrido por el mundo, que los vegetarianos, en general, disfruten de una mejor salud que los carnívoros. Pertenezco a un país que en su mayoría es vegetariano por hábito o por necesidad. Por lo tanto, no puedo declarar que eso demuestre una mayor resistencia, un mayor ánimo, o una mayor inmunidad contra las enfermedades, ya que eso es algo particular y personal. Requiere obediencia, y una escrupulosa obediencia, a todas las leyes de higiene.

De hecho, pienso que lo que los vegetarianos deben hacer es no destacar las implicaciones físicas del vegetarianismo, sino observar las implicaciones morales. Aunque todavía no hemos olvidado que tenemos muchas cosas en común con los animales, no tenemos completamente en cuenta que hay ciertas cosas que nos diferencian de ellos. Claro está que tenemos animales vegetarianos como la vaca y el toro —los cuales son mejores vegetarianos que nosotros—, pero hay algo mucho más noble que nos llama al vegetarianismo. Por consiguiente, pensé darle énfasis únicamente a la base moral del vegetarianismo durante los pocos minutos en que tendría el privilegio de hablarles. Y diría que he comprobado por mi propia experiencia y por la experiencia de miles de amigos y compañeros, que ellos encuentran satisfacción, hasta donde concierne al vegetarianismo, de la base moral que han escogido para mantenerlo. Para terminar, les agradezco a todos por venir aquí y permitirme ver personas vegetarianas cara a cara. No puedo decir que solía reunirme con ustedes hace 40 o 42 años. Supongo que los rostros de la Sociedad Vegetariana de Londres han cambiado. Hay muy pocos miembros que como el Señor Salt pueden afirmar que su relación con la Sociedad se extiende por más de 40 años.

El Señor Henry S. Salt fue Maestro Auxiliar en Eaton entre 1875 y 1884, Secretario Honorario de la Liga Humanitaria entre 1891 y 1919. Ha sido vegetariano por más de 50 años y nunca ha tenido razón para dudar de la superioridad de esta dieta. Tenía ochenta años en el momento del discurso de Gandhi y era una escritor cuya opinión de la actual «civilización» puede apreciarse en el título de su libro Setenta años entre salvajes.

Ilustracion Conceptual de : Piensa vegetariano

lunes, enero 07, 2008

¿Es es la dieta ovo-vegetariano etica ?

Hace ya unos meses me volví vegano, la ética fue la razón principal, antes cuando era lacto vegetariano me enfermaba sentir que mi alimentación producía un deterioro en la vida de un animal, pero ya hace algunas semanas he empezado a consumir huevos y algún derivado. Por supuesto estos huevos son de campo no como ninguno que provenga de otro sitio, es decir no amarrados a un régimen de explotación. Por lo cual no siento traicionar a mi conviccion de no alimentarme de dolor , pero si ya no me puedo hacer llamar vegano . La pregunta es si una alimentación ovo-vegetariana condicionada como la que acabo de mencionar es etica ? yo creo que si y uds.

viernes, octubre 05, 2007

razones para ser vegetariano (en video).

Este video lo he visto varias veces y lo encuentro muy bueno para plantearse un poquito las cosas..

lunes, agosto 20, 2007

ES EL FUTURO VEGETARIANO?

Actualmente vivimos en una época en que el progreso es rápido. Nuestra fuente de conocimiento desde el Renacimiento ha culminado en una tecnología muy avanzada, la exploración del espacio y la manipulación del ADN; lo que nos ha puesto una venda en los ojos en cuanto a un mayor conocimiento de nuestra relación con la tierra.


Lo más ilustrativo de la popularidad del vegetarianismo ha sido el creciente número de libros publicados sobre la materia, que ha alcanzado su madurez en los últimos veinte años. De 1960 a 1980 fueron publicados 183 libros vegetarianos en lengua inglesa, 35 de ellos aparecieron en el Reino Unido, la mayoría en los setenta. En los años ochenta tuvo lugar un “boom” con la aparición de cientos de libros cada año. Hoy en día incluso hay libros de cocina vegetariana escritos por carnívoros.


La existencia de estos libros ha acercado la dieta vegetariana a muchas personas que simplemente disfrutan cocinando o se interesan por saber más.


Nadie puede conocer el futuro, lo que sí es seguro, a la vista de lo que nos muestra la historia reciente del vegetarianismo, es que seguirán surgiendo grupos y personas para promover de forma activa la alimentación vegetariana.


Un punto de vista menos positivo, nos arroja disparatadas cifras en los costes que para la salud pública conlleva la alimentación carnívora. Las llamadas “enfermedades de la civilización” (obesidad, estreñimiento, hemorroides, diabetes, cáncer de colon, infarto y otras enfermedades coronarias…) se sitúan en la cresta de la ola. Los médicos recomiendan medicinas antes que cambio de hábitos. La medicina trata las causas de las enfermedades, pero no las previene. Además no las trata naturalmente.


El futuro de la proteína animal recae en la ingeniería genética; todas las compañías multinacionales están desarrollándola, y ya se han “fabricado” algunos animales cuyo código genético ha sido modificado: Por ejemplo un cerdo con genes humanos, que padece de artritis, es cojo y casi no se puede mover. Hay varias técnicas, como la clonación, que permiten obtener una vaca perfecta, una máquina de leche y carne, que puede ser reproducida idénticamente un millón de veces o más. Ya es posible reducir seres que sienten a máquinas de producción de comida, hasta el punto de “fabricar” pollos sin plumas, sin muslos, sin pico, a los que se les suministra comida y que simplemente se sientan y engordan, durante su corta vida de sólo siete semanas. Los experimentos genéticos sobre los animales obviamente ofrecen atractivas posibilidades para la insaciable hambre de comercio.


El mundo está sumido en una crisis medioambiental. La ganadería produce una salvaje cantidad de estiércol que va a parar a nuestros ríos, lagos y mares; así como enormes cantidades de pesticidas y fertilizantes químicos que se utilizan para cultivar comida para animales. Desde 1970 se han venido quemando más del 25% de los bosques americanos para poder sembrar en ellos alimentos para ganado. La sequía, principal problema contemporáneo, se ve acentuada con la cantidad de agua que se emplea para cultivar estos campos. Más de la mitad del agua que se consume en Estados Unidos se destina a estos cultivos.


La salud, el bienestar de los animales y la ecología, seguirán jugando un importante papel en influenciar a las personas sobre la adopción de una dieta vegetariana. Pero también hay una cuarta razón, que es el impacto que produce en el Tercer Mundo el consumo masivo de carne que hacemos en Europa y Norteamérica. El libro de la Dra. Susan George, How the Other Half Dies (Cómo Muere la Otra Mitad), explica y analiza las formas en que las estrategias de los países dominantes crean y fomentan la pobreza en los dominados. Cada año, muere de desnutrición un número de personas equivalente a la mitad de la población de España. En Estados Unidos, el 70% de los cereales cultivados se destinan al ganado, mientras que hay 20 millones de personas en el mundo que padecen de hambre crónica.


Pero el vegetarianismo debe ser entendido como una de las acciones fundamentales que todo individuo puede desarrollar para sembrar armonía. Es una forma directa para contribuir a mejorar el mundo. Créeme, el cambio individual que puedes hacer hacia una dieta vegetariana te otorga el poder para crear un mundo mejor. Ya lo sabes, nunca subestimes el poder de tus acciones, pues con un pequeño gesto, puedes cambiar la vida de otra persona, para bien o para mal. El Universo nos pone a cada uno frente a la vida de otros para algo. Mira a Dios en los demás. Percibe su reflejo en todas las criaturas vivientes: Personas y animales. Así sea.